Día 2: Los superhéroes también cantan

Otro pasito más en nuestra carrera de superhéroes y aunque todavía estemos un poco verdes, ya se nota la mejoría pese a los dos escasos días que llevamos en el Campamento del Alto del León.

Ya desde el principio del día se han notado las ganas que tenemos de pasárnoslo bien y de jugar con nuestros amigos. De hecho, media hora antes de que sonara la música para levantarnos, algunos ya andábamos charlando con nuestros compañeros de tienda deseosos de salir al centro de la campa.

Sin embargo, tuvimos que esperar un rato hasta poder salir de la tienda rumbo al baño para poder asearnos, eso sí, hubo muchos despistados que se olvidaron la toalla, por lo que tuvieron que hacerse un paseito de más.

Tras el aseo y desayuno nos separamos por ramas y en la primera actividad del día los lobatos hicimos una gymkhana en la que acabamos descubriendo un nuevo superhéroe de extraña forma. Mientras, los de Tropa estuvimos haciendo las experticias, pudiendo elegir entre campismo, socorrismo, cabuyería y flora y fauna. 

Por otro lado, los Pioneros nos hemos dedicado a hacer una orientación al aire libre en la que nos perdimos y encontramos varias veces, eso sí, al final todo ha salido bien y hemos llegado sanos y salvos, eso sí un poco cansados.

A media mañana, hemos podido tomarnos un descanso y nunca mejor dicho porque nuestros monitores nos han sorprendido con una caja enorme de Kit Kat y cada uno hemos podido comer una tabletita. 

Después de este rato de relax, nos cambiamos los papeles y Troperos pasamos a la Gymkhana, mientras que los Lobatos hicimos experticias, teniendo la posibilidad de elegir entre música e interpretación, flora y fauna, campismo y supervivencia y socorrismo.

Eso sí, no olvidamos que antes de estas actividades estuvimos un rato cantando el Himno del Campamento y el de este año "Quiero ser un Superhéroe". Quizá sea coincidencia, no sabemos, pero a raíz de esto ha llovido un poco por la tarde.

En la comida, pese al descontrol que conlleva los primeros días todos hemos comido muy bien, e incluso los más exquisitos han acabado por comer las patatas guisadas, empanadillas y croquetas que nos han preparado los cocineros.

Ya en tiempo libre, nuestra nueva monitora Aurora ha estado controlando todo a la perfección y ha recogido los libros que hemos traído, además de darnos los juegos y balones que la hemos pedido.

Por la tarde hemos podido estrenar la piscina y nos hemos dado cuenta de que algo de razón tenían los monitores cuando nos decían que estamos en la Sierra y que esta guarda sorpresas porque, la verdad, es que el agua no podía estar más fría. Pero al final, todos nos acabamos metiendo porque somos unos valientes.

Además, aprovechamos el salir mojados de la piscina para ir directos a las duchas, aunque tenemos que mejorar un poco para coordinar los tiempos y así no perder tiempo de juegos y merienda.

Por último, en la tarde, ya sin miedo a la lluvia, volvimos a cantar muchas canciones típicas del Campamento, acordándonos especialmente de nuestro querido pozo, de la tienda de churros o nuestra admirada Vaca del Rock.

Tras la cena, ya más ordenados y demostrando que nos habituamos a la inercia del Campamento, pasamos  a los juegos de noche y, para ello, nos separamos de nuevo por ramas. Los Lobatos estuvimos haciendo una velada de pruebas en la que demostramos nuestras habilidades e, incluso, nos acordamos de algún aspecto físico característico de los monitores.

Mientras, los Troperos lo pasamos bien y a veces un poquito mal en una Velada de Bromas. De hecho, algún acampado acabó en paños pudientes, aunque en realidad los peores parados fueron los monitores, con los que no tuvimos ningún tipo de piedad.

Así que hoy ha sido un día duro lleno de actividades, como casi todos en el Campa, pero nos lo hemos pasado de miedo y poco a poco vamos avanzando en nuestra formación y viendo como un campamento no es solo juegos, sino buenos momentos con los compañeros y aprender ciertos valores de cooperación y convivencia.

Aquí os dejamos un regalito para que nos acompañeis cantando el día que nos vengáis a ver.